(07/06/2011) - La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, lanzó el martes los preparativos para la cumbre de la ONU Rio+20 que en un año reunirá en Brasil a gobernantes de todo el mundo para debatir el desarrollo sostenible en el planeta, y también reafirmó que su país no retrocederá en su compromiso de proteger los bosques y los recursos naturales.
"Estamos aquí para dar inicio formal a los preparativos de Rio+20", anunció Rousseff al sancionar la creación de las comisiones organizadoras de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible que se celebrará en Rio de Janeiro del 28 de mayo al 6 de junio.
La conferencia ocurrirá 20 años después de la Cumbre de la Tierra, que en 1992 reunió en la misma ciudad a más de 100 gobernantes y culminó con un plan de acción para el desarrollo sostenible.
Rio+20 busca debatir un modelo de economía verde, que tenga en cuenta no solo el medio ambiente, sino también el desafío de la inclusión social y la erradicación de la pobreza en el mundo, y serán invitados todos los gobernantes de los países miembros de las Naciones Unidas, informaron los organizadores.
"Rio+20 debe ser un marco para el desarrollo sostenible mundial" que "renueve el compromiso político" de los gobernantes, afirmó en el evento en Brasilia el secretario general adjunto para Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, Sha Zukang.
La presidenta brasileña , que acaba de lanzar un programa para acabar con la pobreza extrema en la que viven 16 millones de brasileños , propuso que "la cuestión social sea esencial en esta conferencia", al tiempo que reiteró el compromiso de su gobierno con la protección del medio ambiente.
El lanzamiento de los preparativos de la cumbre coincide con un crítico momento en Brasil, ya que en mayo la Cámara de Diputados aprobó una polémica reforma que flexibiliza la avanzada ley que protege sus bosques frente al avance de la agropecuaria. Esa ley está ahora en manos del Senado.
Rousseff dio garantía de que su gobierno no retrocederá en sus compromisos con la protección de sus inmensas selvas.
"Cumpliremos con los compromisos que asumimos y no permitiremos que haya una vuelta atrás" en la lucha contra la deforestación de la Amazonía y los otros grandes bosques del país, aseguró la presidenta. "No negociaremos y no tergiversaremos con la cuestión de la deforestación", afirmó entre aplausos.
Para ella, "la nación brasileña no puede de ninguna forma renunciar a la protección de sus bosques, de sus recursos naturales y tampoco al desarrollo económico y la inclusión de su población en el desarrollo".
En la Cumbre del Clima de la ONU en Copenhague, en 2009, Brasil se comprometió a reducir la deforestación amazónica en 80% hasta 2020. La deforestación alcanzó un pico de 27.000 km2 en 2004 y cayó a unos 6.500 km2 en 2010, convirtiendo a Brasil en el quinto mayor emisor de gases que provocan el calentamiento global del planeta. (Por Yana Marull/AFP)
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